LAMBARÉ Y CORRIENTES (1967)

"Viví treinta años en el edificio. Lo disfruté tanto! Gocé de la calidad del edificio, de cada uno de los materiales. También fue determinante para mí y para lo bien que resultó el departamento, la distribución de los ambientes y la privacidad que yo podía tener. Hice una cantidad enorme de reuniones, la vida social y familiar que pude vivir en ese departamento significaron para mí un goce enorme. También recuerdo las facilidades de pago que tuve cuando lo compré y cómo me ayudaron para que pueda pagarlo. Yo fui una de las primeras en mudarme. El edificio no tuvo inconvenientes. Fue todo bien, los servicios centrales, todo. Estoy muy agradecida".
LUISA SEGAL


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